Hablamos con Fernando Angulo, Senior Marketer Research en Semrush, compañía especializada marketing basado en datos, que nos ha contado de cómo las nuevas herramientas de IA están transformando el posicionamiento WEB y las estrategias de marketing y SEO de las compañías.
¿Cómo están adaptando las marcas su posicionamiento en motores como ChatGPT o Perplexity, más allá del SEO tradicional?
Las marcas están reescribiendo sus manuales de visibilidad digital. El SEO clásico ya no es suficiente. Con la irrupción de ChatGPT o Perplexity, lo que importa no es aparecer primero, sino ser citado en la respuesta. Para lograrlo, estamos viendo una transición hacia lo que ya muchos denominan AEO: Answer Engine Optimization.
Esto implica estructurar el contenido para que sea entendible por modelos de lenguaje, estar presente en fuentes fiables y lograr menciones fuera del propio site. Porque ahora la reputación se construye también en lo que otros dicen de ti.
Estamos viendo una transición hacia lo que ya muchos denominan AEO: Answer Engine Optimization. Esto implica estructurar el contenido para que sea entendible por modelos de lenguaje, estar presente en fuentes fiables y lograr menciones fuera del propio site
Además, las marcas están ampliando su presencia en medios, foros, podcasts o newsletters. El nuevo posicionamiento no se limita a los motores de búsqueda, abarca todos los puntos de contacto que una inteligencia artificial puede rastrear. Es una visión integral. Más que de keywords, hablamos de contexto y credibilidad. La pregunta clave no es ‘qué quiero que encuentren de mí’, sino ‘cómo quiero que me recuerde una máquina’.
La pregunta clave no es ‘qué quiero que encuentren de mí’, sino ‘cómo quiero que me recuerde una máquina’
¿Cómo se pueden afrontar las inexactitudes de los contenidos generados por IA?
Los modelos de IA cometen errores y pueden decir cosas de tu marca que tú no has dicho. Para mitigar ese riesgo, las empresas están activando estrategias de AIO: Artificial Intelligence Optimization.
Esto supone auditar con herramientas como Semrush AI Toolkit lo que la IA está diciendo de ti, cómo estás siendo citado y en qué contexto. También implica reforzar las señales de veracidad de tu contenido: autoría clara, fuentes visibles, datos verificables. Como si cada página fuera una prueba de confianza algorítmica.
Es una evolución de la reputación online. Esto no va solo de lo que publicas en tu web, sino de cómo eso es interpretado, remezclado y expuesto por otros, especialmente por los sistemas de IA. Y ese nuevo entorno requiere un nivel de control distinto, más activo, preventivo e inteligente.
¿Cómo cambia las reglas del juego la visibilidad sin clics ni rankings clásicos?
La visibilidad ha dejado de medirse en clics. Muchos usuarios ya no entran a un sitio, leen la respuesta de la IA y se van. Eso cambia las reglas. Tu contenido necesita ser tan claro, útil y bien estructurado que un modelo de lenguaje quiera citarte sin dudar.
Ahora gana quien sabe responder y quien sabe posicionarse. La competencia se difumina. Tu rival no es quien aparece justo encima de ti en una SERP (Search Engine Results Pages), es quien aparece como fuente en una respuesta que tú no ves. Por eso, el diseño del contenido, la autoridad semántica y la coherencia de la presencia digital son más importantes que nunca. No basta con ser bueno, hay que ser elegible.
Entonces, ¿dónde reside el valor de un contenido y cómo podemos medirlo en esta nueva era?
Frente a los retos, emergen nuevas métricas. ¿Tu marca es citada por una IA? ¿Los usuarios que la leen luego te buscan por tu nombre? ¿Recibes tráfico días después de una interacción con un modelo conversacional? Todo eso cuenta y se puede medir.
Herramientas como Traffic & Market de Semrush permiten observar ese tráfico estimado, comparar tendencias y ver cómo evoluciona la notoriedad digital, incluso sin clics directos. Además, el nuevo escenario abre oportunidades: ser citado sin pagar, tener presencia en respuestas de voz, posicionarte como experto en prompts concretos. Es un terreno nuevo, pero fértil ante el que se necesita estar preparado para sembrar de otra forma.
En este escenario, ¿corre el SEO peligro de desaparecer?
El SEO no ha muerto, se ha hecho mayor. Ya no basta con entender los algoritmos, hay que entender a las personas, a las máquinas y cómo se relacionan entre sí. La IA no elimina el SEO, lo eleva, lo transforma en estrategia. Seguiremos optimizando, pero ahora también para respuestas, para modelos conversacionales, para búsquedas invisibles.
El SEO, lejos de desaparecer, se está convirtiendo en una capa más profunda del marketing digital. Una capa que conecta todo lo demás: datos, experiencia, reputación y contenido. No es el fin, es el nuevo principio.
